Experiencias Agroecológicas Red GPAE
En la Red de Promoción de la
Agroecología GPAE, se entiende la construcción de la agricultura sostenible
como un proceso de enseñanza y aprendizaje. Es por eso que las enseñanzas y
aprendizajes obtenidas por las familias campesinas de su propia experiencias en
las fincas, se promueven a través de las Fincas Escuelas Agroecológicas
(FIESAG).
A continuación, queremos
compartir brevemente algunas de las experiencias en el corredor seco de
Jinotega, en donde el Proyecto Agro joven, integrado por el consorcio de las
organizaciones Cuculmeca, AVODEC y Fundación Odorico de Andrea, miembros de la
Red GPAE, promueven acciones con las familias campesinas de la zona,
construyendo propuestas que aportan a la Seguridad, Soberanía Alimentaria y
nutricional, así como opciones para enfrentar el cambio climático.
Doña Catalina María Úbeda y su
esposo Mario José Chavarría de la comunidad de Las Lomas, Jinotega, nos
comparten brevemente, sus propias experiencias y como ellos se convierten en
multiplicadores de conocimientos a través de su Finca Escuela Agroecológica.
Viven en las Lomas una
comunidad ubicada en el corredor seco de Jinotega, una zona donde el cambio
climático está afectando la productividad de la zona, sin embargo, esta familia
nos da el ejemplo que, a pesar de las dificultades de la zona, hay opciones
para garantizar la seguridad alimentaria de la familia.
Poseen una finca de 8
manzanas, divida en dos manzanas de bosque como reserva forestal, el resto está
designado para la agricultura, pasto y un área de patio
Se integraron en el 2016 como
Finca Escuela Agroecológica por medio del apoyo de la organización Cuculmeca.
El área que ocupa la finca era
anteriormente utilizada para potreros. Paulatinamente han ido incorporando una
diversidad de cultivos de forma organizada y a la par han venido aplicando una
serie de técnicas agroecológicas. Una de los primeros pasos dados en este
camino ha sido la no quema de los rastrojos y la utilización de los abonos
orgánicos.
Los resultados son positivos a
pesar de las dificultades propias de esta zona seca sumados a las condiciones
que se dan con la presencia de sequias recurrentes los últimos años. Para
enriquecer los suelos, en primer lugar, no queman, hacen incorporación de los
rastrojos de las cosechas de maíz y frijol, elaboran biofertilizantes
enriquecidos, emplean compost mineralizado, micro organismos de montaña y
aplicación de lombrihumus, que la producen las lombrices que en la propia finca
reproducen.
Para conservar las aguas y
hacer un uso racional de estas en la finca, hacen uso de las aguas servidas de
la cocina, del lavandero y del baño, para producir hortalizas, siembran a nivel
y construyen obras de conservación de suelos y agua. También tienen establecido
un sistema de cosecha de agua y un reservorio, cuyas aguas colectadas, son
utilizadas para riego y para manejo de las vacas que hay en la finca.
Para bajar el consumo de
madera y disminuir el despale, disponen en la finca de una cocina “tipo
Angélica”, que no dispersa el humo dentro de la casa, para mejoría de los
habitantes de la casa y ahorra leña.
Promueven la diversidad de
cultivos, hacen asocios de cultivos, se tiene en la finca un área con sistema
quesungual; este es un sistema que combina siembra de árboles y cultivos, a los
árboles se les poda cada año para que dejen entrar la luz, en este caso
utilizan madero negro que es una leguminosa que además le aporta nutrientes a
los suelos. Este es un sistema que mejora “el manejo del suelo”, ya que aumenta
la producción y la resiliencia ante el cambio climático.
Hay estudios que afirman que
el sistema quesungual es de “bajo costo, además ayuda a descender las emisiones
de gases de efecto invernadero y aumenta la retención de carbono”.
Las prácticas y resultados de
la finca son compartidos en la comunidad, ya que existe un grupo organizado de
12 mujeres las que desarrollan réplicas de las prácticas que en la finca de
Doña Catalina y Don Mario se implementan.
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